Un dios para cada marco

Recuerdo el hit que resultó la canción Poderoso de Marcos Witt en mi pueblo. Era el año 1994. Esta canción es de rock duro, con un dejo de rap. «Cristo es el rey, y no hay nadie como él». Marcos Witt incluso se adelantó aquí a la música secular de grupos como Limp Biskit. Esta es un canción de alabanza que desafía a las tinieblas en su propio terreno. «Ante su poder las tinieblas han de caer».

Nos emocionábamos y nos movíamos cantándola en la iglesia. Tenía sentido que declaráramos victoria en nuestras vidas.

Y sin embargo, en el mundo real, fuera del ambiente triunfalista del culto de alabanza, Satanás -el mal- andaba suelto, como lo está hasta el día de hoy, y cosas malas pasaban a la gente buena… y Dios sigue sin hacer nada. Parece entonces que Dios no es tan poderoso.

En una canción más reflexiva y de ritmo más lento, que también se escuchaba por ese tiempo, Marcos Vidal -el bohemio cristiano- se preguntaba dónde estaba el Dios de Elías. Y es que la burla que hacía Elías del falso dios Baal hoy se la aplican los incrédulos al dios cristiano. «¿Será que Dios está dormido o anda de viaje?» ¿Por qué si Dios hacía milagros tan visibles a todos, hoy no hace nada? ¿O será que son puros cuentos?

Hay una canción que habla de «cerebros grises que atentan contra la fe».

Marcos Vidal responde que Dios no actúa ya en forma visible, como piden los incrédulos, por que ya no hay hombres como Elías, ni mujeres como Esther. Ahora solo habla a los que quieren oir, y esto es lo que dice: «Buscadme y viviréis».

¿Dónde está Dios cuando más se lo necesita?

El contraste entre estas dos concepciones de Dios salta a la vista. Esto quizá refleje el diferente ambiente al que se enfrentan estos dos cantantes: la España del cinismo post-franquista de Vidal y el México profundamente religioso de Witt.

El ambiente escéptico hace que Vidal se ponga a la defensiva y modere sus reclamos,y esto lo refleja en sus canciones, en cambio Witt puede salirse con la suya proclamando con toda candidez una fe entusiasta e ingenua.