Oración a mi difunta madre

Madre mía:

Creo: que donde quiera que estés gozas del cuidado divino.
Gracias, por tu dulce amor de madre.
Te perdono, por todas las cosas por las que me sentí ofendido por tí.
Perdóname, si alguna vez sin querer te he ofendido.
Vela por mí. Si desde el lugar en que estás puedes ayudarme, séme propicio.
Ora por mí.
Te amo, mamá. Quisiera haber tenido el valor para habértelo dicho más a menudo. Aunque tú lo supiste siempre, por tu intuición de madre.
Te dejo ir. Con el dolor que aún me causa tu partida, decido respetar el orden celestial y sus inescrutables designios.
Y espero, que donde estés sigas amando y creciendo como persona, y que asciendas hacia niveles más elevados de luz.