Oraciones a San Benito

San Benito de Nursia

San Benito en la hora de su muerteLas siguientes dos oraciones a San Benito son recitadas por los monjes del Monasterio de la Santísima Familia todos los días. Nosotros también las recomendamos a otros. San Benito es un intercesor extremadamente poderoso para nosotros en el Cielo. San Benito, nacido en el año 480 dC, fue el fundador del monasticismo occidental y es conocido por su poder contra el diablo. San Benito fue también un gran hacedor de milagros, como lo documentan muchos libros. En particular, nosotros recomendamos Vida de San Benito por el Papa San Gregorio Magno. Él es un poderoso patrono que necesitamos hoy en día cuando la impureza, la apostasía e incredulidad inundan la tierra. San Benito murió el 21 de marzo de 543, mientras permanecía de pie ante el altar de Monte Cassino, inmediatamente después de recibir la Santa Comunión. San Benito es fácilmente uno de los más grandes santos de todos los tiempos.

Oración a San Benito para una Muerte Feliz

«Oh padre santo, San Benito, bendito por Dios, tanto en la gracia como en el nombre, que, cuando orando de pie, con las manos levantadas al cielo, entregaste con la mayor felicidad tu espíritu angelical en manos de tu Creador, y has prometido celosamente defender contra todas las asechanzas del enemigo en la última batalla de la muerte, a aquellos que día a día recordarán tu partida gloriosa y alegrías celestiales, protégeme, te ruego, oh Padre glorioso, este y todos los días, por tu santas bendiciones, que nunca pueda yo ser separado de nuestro querido Señor, de tu sociedad, y de todos los benditos. Por el mismo Cristo, nuestro Señor. Amén».

San Benito mismo reveló a Santa Gertrudis —también una de las más grandes santas de la historia de la Iglesia Católica, y ella misma una monja benedictina— que «cualquiera que me recuerde el extraordinario privilegio con el que Dios se dignó glorificar mis últimos momentos, experimentará mi asistencia especial en su combate final. Seré un fiel protector contra los asaltos del enemigo. Fortificado con mi presencia, él escapará de las trampas del maligno y con seguridad alcanzará la felicidad eterna».

Novena a San Benito

¡Oh Glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios! Heme aquí, humildemente arrodillado ante tus pies. Imploro a tu corazón amoroso que interceda por mí ante el trono de Dios. A ti recurro en todos los peligros que diariamente me rodean. Protégeme contra mis enemigos, inspírame a imitarte en todo. Que tus bendiciones estén conmigo siempre, para que pueda huir de todo lo que Dios prohíbe y evitar las ocasiones de pecado».

«Gentilmente obtén de Dios los favores y las gracias de las que que tanto tengo necesidad, en las pruebas, sufrimientos y aflicciones de la vida. Tu corazón estaba siempre tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia aquellos que estuvieron afligidos o preocupados en cualquier modo. Tú nunca hiciste despedir sin consuelo y ayuda a nadie que haya recurrido a ti. Por lo tanto, invoco tu poderosa intercesión con la confiada esperanza de que escucharás mis oraciones y obtendrás para mí la especial gracia y favor que tan ardientemente imploro (menciónela), si es para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma».

«Ayúdame, oh gran San Benito, a vivir y morir como un hijo fiel de Dios, para estar siempre sumiso a Su santa voluntad, y para alcanzar la felicidad eterna de los cielos. Amén.»

Oraciones a San Benito, patrono contra el envenenamiento, patrono de los religiosos llenos del poder del Espíritu

Admirable Santo y Doctor de Humildad, tu practicaste lo que enseñaste, rezando asiduamente por la gloria de Dios y cumpliendo con amor todo el trabajo para Dios y para el beneficio de todos los seres humanos. Tú sabes los muchos peligros físicos que nos rodean hoy en día, a menudo causados por las invenciones humanas. Protégenos contra el envenenamiento del cuerpo, así como de la mente y el alma, y sé así verdaderamente un «Bendito» para nosotros. Amén.

Querido San Benito, tú eres verdaderamente una «bendición», como tu nombre lo indica. Practicando lo que predicaste, fundaste la tradición monástica de Occidente al unir la oración con el trabajo para Dios —tanto la oración litúrgica como la privada. Ayuda a todos los religiosos a seguir su Regla y ser fieles a su vocación. Que trabajen y oren por el mundo para la mayor gloria de Dios. Amén.

¡Glorioso San Benito, modelo sublime de las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios! Mira como me arrodillo humildemente ante tus pies. Yo te imploro por tu misericordia que ores por mí ante el trono de Dios. A ti recurro en los peligros que diariamente me rodean. Protéjeme contra mi egoísmo y mi indiferencia hacia Dios y hacia el prójimo. Inspírame a imitarte en todas las cosas. Que tu bendición esté siempre conmigo, para que yo pueda ver y servir a Cristo en los demás y a trabajar para Su reino.

Gentilmente obtén de Dios los favores y las gracias de las que que tanto tengo necesidad, en las pruebas, sufrimientos y aflicciones de la vida. Tu corazón estaba siempre tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia aquellos que estuvieron afligidos o preocupados en cualquier modo. Tú nunca hiciste despedir sin consuelo y ayuda a nadie que haya recurrido a ti. Por lo tanto, invoco tu poderosa intercesión con la confiada esperanza de que escucharás mis oraciones y obtendrás para mí la especial gracia y favor que tan ardientemente imploro (menciónela).

Ayúdame, gran San Benito, a vivir y morir como un hijo fiel de Dios, a correr en la dulzura de Su voluntad de amor, y a alcanzar la felicidad eterna del cielo. Amén.

Novena a San Benito

Glorioso San Benito, que nos enseñaste el camino de la perfección religiosa por medio de la práctica de la auto-conquista, la mortificación, la humildad, la obediencia, la oración, el silencio, el retiro y el desapego del mundo; me arrodillo a tus pies y humildemente pido que tomes mi actual necesidad bajo tu protección especial (menciónela aquí). Dígnate a recomendarla a la Santísima Virgen, y ponla delante del trono de Jesús. No ceses de interceder por mí hasta que mi petición sea concedida. Por sobre todo, obtén para mí la gracia de que un día me encuentre cara a cara con Dios, y contigo, y María y todos los ángeles y santos para alabarle por toda la eternidad. Oh poderosísimo San Benito, no dejes que se pierda mi alma, mas obtén para mí la gracia de ganar mi camino al cielo, para adorar y disfrutar de la adorable Santísima Trinidad para siempre jamás. Amén.

Ore un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

La Letanía de San Benito

Señor, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes, ruega por nosotros.
Santo Padre, San Benito, ruega por nosotros.
Padre Reverendísimo, ruega por nosotros.
Padre digno de alabanza, ruega por nosotros.
Padre más misericordioso, ruega por nosotros.
Hombre de gran fortaleza, ruega por nosotros.
Hombre de vida venerable, ruega por nosotros.
Hombre de la conversación santísima, ruega por nosotros.
Verdadero siervo de Dios, ruega por nosotros.
Luz de la devoción, ruega por nosotros.
Luz de la oración, ruega por nosotros.
Luz de la contemplación, ruega por nosotros.
Estrella del mundo, ruega por nosotros.
Mejor maestro de una vida austera, ruega por nosotros.
Líder de la guerra santa, ruega por nosotros.
Líder y jefe de los monjes, ruega por nosotros.
Maestro de los que mueren al mundo, ruega por nosotros.
Protector de aquellos que claman a ti, ruega por nosotros.
Maravilloso hacedor de milagros, ruega por nosotros.
Revelador de los secretos del corazón humano, ruega por nosotros.
Maestro de la disciplina espiritual, ruega por nosotros.
Compañero de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Igual de los profetas, ruega por nosotros.
Seguidor de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Maestro de los Mártires, ruega por nosotros.
Padre de muchos pontífices, ruega por nosotros.
Gema de los abades, ruega por nosotros.
Gloria de los Confesores, ruega por nosotros.
Imitador de anacoretas, ruega por nosotros.
Asociado de las vírgenes, ruega por nosotros.
Colega de todos los Santos, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V. Intercede por nosotros, oh santo padre San Benito,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oremos: Oh Dios, que nos has llamado de la vanidad del mundo, y que así nos incitas a la recompensa de una vocación celestial, bajo la guía de nuestro santo patriarca y fundador, San Benito, inspira y purifica nuestros corazones y vierte en nosotros tu gracia, por la cual podamos perseverar en Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración a San Benito

Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios! Heme aquí, humildemente arrodillado a tus pies. Imploro tu corazón amoroso para que interceda por mí ante el trono de Dios. A ti recurro en todos los peligros que diariamente me rodean. Protéjeme contra mis enemigos, inspírame a imitarte en todo. Que tu bendición esté siempre conmigo, para que yo pueda huir de todo lo que Dios prohíbe y evitar las ocasiones de pecado.

Gentilmente obtén para mí ante Dios los favores y las gracias de las que tanto tanto tengo necesidad, en las pruebas, sufrimientos y aflicciones de la vida. Tu corazón siempre estuvo tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia aquellos afligidos o de algún modo preocupados. Tú nunca despachaste sin consuelo y asistencia a cualquiera que tenía recurso a ti. Por eso invoco tu poderosa intercesión, en la confiada esperanza de que escucharás mis oraciones y obtendrás para mí la especial gracia y favor que tan ardientemente imploro (menciónela), si es para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma .

Ayúdame, oh gran San Benito, a vivir y a morir como un hijo fiel de Dios, para estar siempre sumiso a Su santa voluntad, y para alcanzar la felicidad eterna de los cielos. Amén.

Benedictine Mission House
P. O. Box 528
Schuyler, Nebraska 68661

Tomado de http://www.st-benedict-medal.com/prayers-to-saint-benedict.htm



Un comentario

  • MARIA

    Gracias por colaborar con la oración y los Responses to Oraciones a San Benito pues son como alicientes para la paz de hogar.