Oración de la Piedad

POSTRADO a vuestros pies, Oh Jesús, os dirijo con todo fervor las siguientes súplicas:

OJOS DE JESÚS, MIRADME. Ahora que estáis en mí, mirad a mi alma y salvadla.

LABIOS DE JESÚS, HABLADME. Decidme qué he de hacer para santificarme.

OH PIES DE JESÚS, SEGUIDME. No quiero en adelante ir a ningún sitio malo.

MANO DE JESÚS, BENDECIDME. Con vuestra bendición me será fácil el no pecar.

CORAZÓN DE JESÚS, AMADME. Sabiendo que Vos me amáis, nada más quiero y deseo.

BRAZO DE JESÚS, CONDUCIDME. Guiadme por el camino del bien y apartadme de mal.

Y A LA GLORIA ETERNA LLEVADME. Sí, al Cielo con Vos, con la Virgen Santísima, con los Ángeles y Santos. Amén

---

Oración a Nuestra Señora de la Piedad

No hay nada más doloroso, Virgen María,

que ver morir, sufrir y agonizar a su Hijo.

Y tú, Virgen María,

Tú estuviste allí, fiel, silenciosa.

«El corazón traspasado por una espada»

Virgen María, no te rebelaste,

Has podido conceder a tu Hijo

Tu presencia hasta el final.

Has aceptado su petición

de convertirte en nuestra Santa Madre del Cielo.

Ven a sostenernos, Virgen María

Antes los dramas, las dificultades, las pruebas de nuestro camino.

Enséñanos a entrar al interior,

a descender a nuestros corazones y permanecer fieles

al amor de nuestro Dios

que nunca nos abandona.

Tú, La Piedad,

Enséñanos a seguir adelante

en el camino de la fe.

Amén.¹