Oracion a la Santa Muerte para ayuda y justicia

Santísima Muerte,
implacable y comprensiva,
escucha la voz de esta alma
que te llama, acudo a tu
imponente presencia
a pedirte que me guardes
de la ira que destruye.

Santísima Muerte,
implacable y comprensiva,
que no estalle tu poder atronador
para que la longevidad
sea manifiesta en
los que quiero.
Cuídame con tu mano,
de la ira ponzoñosa
y expulsa a la musa iracunda
que desconoce la paciencia.

Santísima Muerte,
Señora de la noche,
Señora de los destinos.

En este día me acerco a ti
para pedirte, suplicarte,
oigas mi queja en contra
de (se dice el nombre).

Esta persona me
(decir aquí en que
te fallo el fulano).
Señora madre mía,
para tu mano justiciera
no hay imposibles, por eso
te pido que con tu poder
hagas que (fulano)
no se salga con la suya
que sus planes se le
disuelvan ya que me ha
engañado y traicionado.

Madre mía, sino fuera
una situación difícil,
no me atrevería
a solicitar tu ayuda.

Pero tu sabes de
mi necesidad,
de mi desesperación.
En vos confío para que
haya justicia en mi
engaño por fulano,
para que no queden
impunes los traidores
y mentirosos, los de la
lengua seductora.

Señora de la noche,
que tu guadaña caiga
implacable sobre él
mentiroso de (fulano).

Porque tú tienes el
dominio sobre la vida
y la muerte haz que
(se dice el nombre)
no tenga reposo,
ni en cuerpo ni en
espíritu hasta que haya
justicia en mi problema.
Así sea.

No le deseo nada malo
a fulano, solo pido de ti
que haya justicia y
que él tenga que venir
a pedirme perdón para
así quedar yo mas tranquila.

Dame fuerza y valor para
vencer todas las dificultades
y luchar para salir
adelante en mis asuntos.

Se rezan tres padres nuestros. Le puedes poner una vela blanca y 9 flores blancas. Ofrécele algo especial como una vela de aroma cuando se te cumpla tu pedido.

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La Santa Muerte, la Señora de las Sombras

La Santa Muerte es una santa que se considera «pagana» (pero que permanece cercana al rito católico) presente en México, a menudo rechazada y depreciada por los católicos debido a su lado malsano: una santa, ante sus ojos, debe representar la vida y no la muerte.

En la leyenda se dice que no le gusta que la llamen por su nombre, sino que prefiere apodos como «la flaquita», «la bonita», «la señora», «la santísima» y «la señora de las sombras».

Su representación:

A esta «santa» se le representa con mayor frecuencia con un esqueleto femenino, cubierto con una túnica de color que también cubre su cabeza, y sosteniendo con una mano:

Una guadaña, porque la guadaña se utiliza para el cultivo de los campos, especialmente para la cosecha, que representa la justicia implacable, es la naturaleza misma que nos obliga a morir un día para cerrar el ciclo establecido en el momento del nacimiento, y es bajo la guadaña que todo termina, es el instrumento con el cual la Santa Muerte corta el camino de la vida.

Y por otro lado:

El globo terráqueo indica que la Santa (y la muerte) no tiene fronteras, que está y existe en todas partes y no hace ninguna diferencia entre los hombres que pueblan la tierra. Toda la tierra es de ella y está en la palma de su mano.

También encontramos a sus pies:

Una balanza, este objeto es una clara alusión a la equidad, la justicia y la imparcialidad.

En su forma femenina, la Santa Muerte está revestida de un largo vestido blanco y lleva una corona de oro en la cabeza.

La prenda tiene una importancia fundamental, los colores principales son:

1. Rojo cuando se le pide suerte en el amor,
2. El dorado se refiere al dinero,
   3. El blanco favorece el proceso de rescate para las personas que han cometido delitos,
3. Negro para fuerza y poder,
4. Marrón para abrir caminos,
5. El amarillo para traer suerte,
6. El verde para mantener a los seres queridos unidos,

Pero al estar vestida de todos los colores, se le llama la Santa de las siete potencias.

Esta túnica colorida representa la forma mediante la cual ocultamos nuestra apariencia verdadera detrás de otra. Así, al igual que la tela oculta el esqueleto, que es el cuerpo de la Santa Muerte, nuestra carne esconde lo que realmente llevamos dentro, la esencia misma de nuestra humanidad, que intentamos disimular.

Historia y leyenda:

Muchos no están del todo de acuerdo con la verdadera historia sobre su origen, pero la más conocida sigue siendo esta:

La creencia se remonta a los tiempos prehispánicos, con Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl (¡a sus ordenes!), dios y diosa de la muerte, la oscuridad y el Mictlán, «el reino de los muertos». Los hombres y mujeres que morían por causas naturales iban allí, pero el camino no era de fácil acceso. Antes de presentarse ante el dios y la diosa de la muerte, había muchos obstáculos que superar: piedras que se entrechocan, desiertos y colinas, un cocodrilo llamado Xochitonal, un viento de piedras de obsidiana afiladas, y un río que el muerto cruzaba con la ayuda de un perro que era sacrificado el día de su funeral.

El caso es que la muerte ocupa un lugar muy importante en la cultura popular mexicana. ¡La calavera de la muerte, lejos de ser un símbolo macabro, es festivo!

La devoción a Santa Muerte se practicó en privado durante cierto tiempo. La práctica comenzó a evolucionar a medida que los fieles en el popular barrio de Tepito de la Ciudad de México comenzaron a colocar los íconos de la Santa Muerte en la calle. Hoy en día, esta devoción se practica en todo el país y en los Estados Unidos en comunidades hispanas. Muchas capillas florecen en esas ciudades.

Los mexicanos rezan a la Santa Muerte en casos desesperados, es decir, cuando el recurso a Dios, a la Virgen, a Jesús o a otros santos no consiguen los resultados esperados.

Los enfermos graves o discapacitados, los pobres, los presos, las víctimas de la injusticia, los marginados o los excluidos la invocan, así como los que buscan trabajo o la protección del hogar; en resumen, todos los que se encuentran en situaciones insostenibles o inextricables: atrapados en las drogas, la delincuencia y a las rivalidades. A menudo despreciada y conocida como la santa de los narcotraficantes, drogadictos, prostitutas y secuestradores.

Muchos lucen el tatuaje de la Santa Muerte (pero aquí no sé nada sobre el significado y a riesgo de decir tonterías, prefiero no decir nada).

La opinión de la Iglesia frente al culto de la Santa Muerte

Aunque el culto a la Santa Muerte no es letal porque está orientado hacia la vida y la liberación, la Iglesia católica condena y ataca esta devoción a la Santa, decretando que cada rito hecho por ella se considera un acto diabólico y que cada oración dirigida hacia ella es un pecado.

Si el culto se realiza de forma descubierta, a cielo abierto a la mirada de todos, se reconoce como satánico, pero no si se realiza en una habitación cerrada.

La leyenda popular, que se supone transmitida de boca en boca, indica que este culto nació alrededor de la década de 1960. En la ciudad de Catemaco, en México, un nativo habría visto aparecer la cara de la Santa Muerte en su cabaña y habría ido a pedir al sacerdote local que verificara la imagen y la considerara como santa, pero esto fue rechazado categóricamente y su culto se incluirá en la lista de ritos satánicos.

Recientemente, las autoridades mexicanas levantaron la autorización para adorar libremente a la Santa Muerte. El líder de la Iglesia católica tradicional (David Romo, quien fue arrestado desde entonces) no dejó de gritar su descontento y la conspiración de la Iglesia católica mexicana, del gobierno y de las más altas instancias del Vaticano.

Laura García

Fuente: La Santa Muerte, la « Dame des Ombres » au Mexique