Oración Oriental del Pecador
Oh, mi Dios y Señor misericordioso,
Jesucristo, lleno de piedad:
Por tu gran amor descendiste
y te encarnaste para salvar a todo el mundo.
¡Oh Salvador, te pido que me salves por tu gracia!
Si salvaras a cualquier persona por sus obras,
eso ya no sería gracia, sino únicamente recompensa por el deber,
¡Pero Tú eres compasivo y lleno de misericordia!
Tu has dicho, oh Cristo,
«Quien cree en mí vivirá y nunca morirá»,
Si, pues, la fe en Ti salva a los perdidos, sálvame
Oh, mi Dios y Creador, porque yo creo.
Que me sea contada mi fe y no mis indignas obras, oh Dios mío,
porque Tú no encontrarás ninguna obra que me acredite como justo.
Oh, Señor, a partir de ahora déjame amarte tan intensamente como he amado el pecado,
y trabajar para Ti como alguna vez trabajé para el maligno.
Te prometo que voy a trabajar para hacer tu voluntad,
mi Señor y Dios, Jesucristo, todos los días de mi vida y para siempre.
Oración de San Juan Crisóstomo
Tomado de ChurchYear.Net