Oración por los Desencarnados

Por: André Luiz y Chico Xavier

¡Padre!… A lo largo de la vida fui devolviendo a Ti a muchos de los que amé …

Uno a uno, a veces los más ancianos, a veces los más jóvenes, regresaron a casa, dejando atrás una nostalgia que hasta hoy me es difícil soportar; flores que cambiaste de jardín, dejando en su lugar el silencio y la soledad…

Hoy quiero pedir por ellos, a todos que de una forma u otra estuvieron ligados a mí en esta encarnación, para que los bendigas y los guardes, para que encuentren paz y serenidad en el mundo espiritual.

Muchos de ellos, Señor, a pesar de su corazón generoso, se alejaron del cuerpo a través de enfermedades dolorosas e incurables que les minaron las fuerzas hasta el final, dejando en la memoria de todos el ejemplo del coraje y de la fe en Tus designios, sin desánimo…

Otros, Señor, desilusionados con las pruebas que les tocaron al final de la existencia, no soportaron y sucumbieron, alejándose de la carne por el suicidio o por las drogas, luchando así con el agravamiento de las deudas que les afectaban y por eso mismo infinitamente más infelices que antes…

Otros, Padre, dejaron atrás los más bellos y santos lazos desencarnando en pleno vigor juvenil, deshaciéndose así de pesados grilletes pasados y retornando con la ligereza de las aves a los nidos Superiores, para descansar y proseguir…

Otros aún, Señor, dejaron el cuerpo como quien abandona un fardo inútil después de cumplida la tarea, dirigiéndose por los caminos de la felicidad engalanados de luces y objetos de valor, conquistados por el trabajo santo a que se dedicaron en la Tierra, en favor de todos sus semejantes…

Representaron mucho para mí… A algunos pude decir «te amo», a otros no…

Sin embargo, por la importancia que tuvieron en mi vida, mi amor les ha de ser cariño constante en el más allá, porque creo que nada se deshace con la muerte del cuerpo, que por el contrario, se fortalece…

Que hoy yo pueda llevar a todos ellos mi pensamiento de ternura y gratitud, para que sepan, estén donde estén, que no se les ha olvidado en la Tierra, habitando en mi recuerdo y en mi corazón con la misma fuerza y la misma sinceridad de antes!

¡Que así sea!

André Luiz, IDEAL Andrés, 11.02.2002 *