Ritual de Navidad para purificación y protección
Pequeño rito de Navidad al alcance de todos
Un ritual mágico al alcance de todos para hacer en la víspera de la Navidad después de la medianoche, válido hasta el mediodía, para propiciar protección, purificación y ayuda para el bienestar propio.
Sigue entonces las instrucciones para hacerlo:
Enciende tres velas colocadas en un triángulo: dos rojas y una color dorado, o amarillo si
no hay una vela color dorado.
Bendícelas con un poco de agua bendita diciendo con la energía de esta santa Navidad:
«Os bendigo en el nombre de la sabiduría del Padre y por el amor del Hijo y por el Espíritu de esta Navidad«.
Sosteniendo las velas en tu mano derecha te persignarás.
Prepara las velas en tu mesa o altar con la vela dorada en la cima del triángulo.
Enciéndelas y recita esta oración: 1era. parte.
¡Ven, Espíritu Santo, llena nuestros corazones e inflámalos con el fuego de tu Amor! ¡Ven, Espíritu Santo, y haz descender de lo alto de los cielos un rayo de tu luz! ¡Ven, Padre de los pobres, ven, fuente de gracia, ven, luz de corazones! ¡Tú eres el Consolador perfecto, el huésped benévolo del alma y su más dulce renovación! En el trabajo, nuestro reposo; en las pruebas, nuestro alivio; en las lágrimas, nuestra consolación. Oh bendita luz, penetra y llena nuestros corazones. Sin la ayuda de tu gracia, nada del hombre es inocente. Purifica en nosotros lo que está manchado, riega lo que está seco, sana lo que está enfermo. Doblega nuestra dureza, calienta nuestra tibieza, corrige nuestros desvaríos. Concede tus dones sagrados a los que fielmente ponen en ti su confianza. Danos a nosotros y a ellos el mérito de las virtudes conducentes al puerto de salvación y haz que disfruten de la felicidad eterna.
Medita en lo que se expresó en esta santa oración.
2da parte, recita:
Tú que en la armonía del universo estampaste el sello sagrado de mi primer llanto para reconectar mi existencia humana con tu origen divino, y Tú que en el abrazo de corrientes opuestas y analógicas de tu movimiento, creas sin cesar, transformas y destruyes en la eternidad del tiempo, Tú, que para dar forma a una nueva forma más adecuada a la explicación de Tu voluntad, te alejas del cuerpo con la exhalación de la respiración, eres el Verbo Eterno que, al dar vida a la forma concebida en un momento vibrando con amor, elevas el más armonioso himno de gloria a tu propio creador. Tú, que eres una luz confinada en mí y que a mis ojos cegados por el error, te escondes con tu deslumbrante esplendor, Tú eres la Inteligencia Única, doble en el aspecto de triple movimiento en la manifestación. Tú, que eres el Fuego Creador de mis existencias pasadas y futuras y eres Amor puro, Omnipotente; quita de mí todos los errores y concédeme la virtud que da la ciencia de Tu verbo realizador en la ley absoluta y consciente de tu luz en mí. Declaro y pido LUZ, FUERZA y LIBERACIÓN.
3ra parte: Repite la primera parte y termina con las palabras: «Que así sea, en el nombre de la sabiduría del Padre y el amor del Hijo y la fuerza del Espíritu navideño. Amén«.
PD: Consejo para bendecir las velas: si no encuentras agua bendita, usa agua de Lourdes o aguas similares conocidas como aguas vibracionales o de luz.