Oración a los Tres Reyes Magos

Oh Santos Magos que vivisteis en continua espera de la estrella de Jacob que debía admirar el nacimiento del verdadero Sol de justicia, consíguenos la gracia de vivir siempre con la esperanza de ver levantarse sobre nosotros el día de la verdad, la dicha del paraíso.

Oh Santos Magos que al primer destello de la milagrosa estrella abandonasteis vuestros
países para ir en busca del recién nacido Rey de los judíos, consíguenos la gracia de responder prontamente como vosotros a todas las inspiraciones divinas.

Oh Santos Magos que no temisteis los rigores de las estaciones y la incomodidad del viaje para encontrar al Mesías recién nacido, conseguidnos la gracia de nunca dejarnos intimidar por las dificultades que encontraremos en el camino hacia la Salvación.

Oh Santos Magos que abandonados por la estrella en la ciudad de Jerusalén, recurristeis humildemente a cualquier persona que pudiera daros información definitiva sobre el lugar donde se encontraba el objeto de vuestra búsqueda, obtén del Señor la gracia de que en todas las dudas, en todas las incertidumbres, humildemente recurramos a Él con confianza.

Oh Santos Magos que inesperadamente fuisteis consolados por la reaparición de la Estrella, vuestra guía, conseguidnos del Señor la gracia de que permaneciendo fieles a Dios en todas las pruebas, pesares, y dolores, merezcamos ser consolados en esta vida y salvados en la eternidad.

Oh Santos Magos que entrando llenos de fe en el establo de Belén os prostrasteis en el suelo en adoración del Niño Jesús, a pesar de estar rodeado de Pobreza y debilidad, conseguidnos del Señor la gracia de reavivar siempre nuestra fe cuando entremos en su casa para presentarnos ante Dios con el respeto debido a la grandeza de su Majestad.

Oh Santos Magos que ofrecisteis a Jesucristo oro, incienso y mirra, lo reconocisteis como Rey, como Dios y como hombre, conseguidnos del Señor la gracia de no presentarnos con las manos vacías delante de Él, sino que podamos ofrecer el oro de la caridad, el incienso de la oración y la mirra de la La penitencia, para que también nosotros podamos adorarlo dignamente.

Oh Santos Magos que, advertidos en sueño de no volver a Herodes, os dirigisteis de inmediato por otro camino a vuestra patria, obtened del Señor la gracia de que, luego de reconciliarnos con Él en los Santos Sacramentos, vivamos lejos de cualquier cosa que pueda ser ocasión de pecado para nosotros.

Oh Santos Magos que atraídos a Belén por el esplendor de la estrella, llegasteis desde lejos guiados por la fe, sed un símbolo para todos los hombres, para que elijan la luz de Cristo, renunciando a los espejismos del mundo, a las lisonjas de los placeres de la carne, al demonio y a sus sugerencias, y puedan así merecer la visión beatífica de Dios.

«Levántate, vístete de luz, porque tu luz viene, la gloria del Señor brilla sobre ti». (Is 60,1).

Fuente: Preghiera ai Santi Magi