Oración graciosa para las mujeres

Señor, ayúdame a nunca desistir de ser mujer.
Coloca un espejo en medio de mi camino entre
el lavadero, el supermercado y el zapatero …
Y que al mirarme, me guste lo que veo.
Protege mis cabellos del viento, los pendientes y los anillos
de las miradas envidiosas.
Nunca dejes que falten en mi vida las comedias románticas
y las buenas depiladoras.
Si tengo ganas de llorar, haz que llore
un diluvio,
y que haya salido de casa sin pintarme los ojos.
Para cada día triste, dame una vitrina con
zapatos hermosos.
Ya que nunca pedí milagros, haz que mis
celulitis sean al menos discretas.
Dame fuerzas para comer más ensaladas y más frutas.
Ciega mis ojos hacia las suciedades de las esquinas.
Ayúdame para que llegue del trabajo en buena forma.
En días difíciles, dame persistencia para seguir
en la dieta.
También dame firmeza para mis senos…
Protege mis pocas horas de sueño y no me
juzgues mal si no me despierto a la hora.
No dejes que mi frente esté fruncida hasta el punto
de parecer una falda plisada,
y yo, una loca estresada.
Haz que el sol sea mi entrenador personal,
mi complejo de vitaminas, mi cargador
de baterías…
Pero cuando pida un día de lluvia, no me
preguntes por qué.
Para cada papa caliente en el trabajo, dame un
café recién hecho.
En medio de todo esto, haz que yo tenga tiempo para:
enamorarme de nuevo, ir al cine, cenar fuera, dormir
abrazadita…
Ilumina el espejo del cuarto de baño y protege mis cremas y
secretos…
Ayúdame a que no falte la gasolina y que no se ponche la llanta y, por favor
aleja a los motociclistas de mi retrovisor.
Señor, por mal que sea mi día …
Haz que él termine,
y no yo. AMÉN.1