La gran comisión no es para todos

En las iglesias evangélicas se enseña que todo cristiano tiene el deber de comunicar el evangelio a los no convertidos. Deben de convencerlos para que «acepten a Cristo» y llevarlos a la iglesia.

Se dice que Jesús mismo dio la orden a todo creyente después de su resurrección. A esta orden se le llama la Gran Comisión.

Se citan como prueba los textos Mateo 18:10-20, Marcos 16:14-18, y Hechos 1:8.

Si leemos estos pasajes, vemos que la orden se dirije solo a los apóstoles comisionados por Cristo.

Nunca se dice que el evangelismo y discipulado sea un deber de todo creyente.

Es obvio que no todos tienen la aptitud para comunicar el mensaje cristiano en forma efectiva. San Pablo reconoce que las personas en la iglesia tienen dones diferentes:

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Efesios 4:11

(Ver también 1 Corintios 12)

No todos los creyentes son apóstoles, ni todos profetas, ni todos evangelistas, ni todos pastores y maestros.

Al exigir que todo creyente sea evangelista se está sobrecargando a los fieles.

Esto más bien resulta en perjuicio del mensaje cristiano. Cuando personas que no saben persuadir intentan evangelizar, lo que consiguen frecuentemente es un rechazo frontal. Personas que antes hubieran estado receptivas al evangelio, ahora se cierran.

Por este tipo de ideas erradas es que encontramos a creyentes que buscan colar el tema de la religión constantemente en la conversación, y con su insistencia resultan molestos y fastidiosos (Ver mi post sobre la propaganda religiosa).

Dios no nos pone más cargas de las que podemos llevar, los que hacían esto eran los fariseos (Lucas 11:46). Los fariseos eran muy activos para captar prosélitos (Mateo 23:15).

El libro de Hechos nos enseña que los nuevos creyentes no venían a la iglesia por esfuerzos humanos de fastidiosos propagandistas, sino que «el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos». (Hechos 2:47)



5 comentarios

  • Anonymous

    Que Dios tenga misericordia de ti, peor es el castigo para quien conociendo la verdad lo deja. Espero que cuando reacciones no sea demasiado tarde.

  • Anonymous

    Yo si estoy de acuerdo, porque cada quien tiene su ministerio y no puedes llevar mas de una cruz.
    Pero claro, si te dejas engañar el otro es quien se beneficia de ti y lo tuyo.
    Mi posición no es materialista, pero el mensaje del evangelio en la última década no es sino una mina de oro para charlatanes.

  • Anonymous

    tu dices que eres un ex evangelico, hojala seas eso nomas, y no una persona que reniega de jesus, porque eso si seria terrible,hojala dios habra tus hojos otravez,o quis nunca fueron fueron habiertos.

    DON DE ESTA EL ESPIRITU DE DIOS NO HAY CONFUCION .

    QUE DIOS TE BENDIGA

  • Ardegas

    Todo el mundo piensa que su opinión es la correcta. Desde mi postura te podría decir lo mismo, que estás equivocado y que no has visto la luz, pero lo mejor sería que trataras de presentar un argumento.

  • PANDA Z

    AL VIVIR UNA VIDA CRISTIANA AGRADABLE A DIOS ESTAS EVANGELIZANDO, PUES AL IMPACTAR EN TU ENTORNO LA GENTE SE PREGUNTA POR KE ERES ASI Y ESA ES LA OPORTUNIDAD DE ANUNCIAR EL EVANGELIO, NO PRECISAMENTE ES IR DE CASA EN CASA REPARTIENDO FOLLETOS, AUNQUE QUIEN LO HACE DEBE TENER EL TESTIMONIO SUFICIENTE PARA HABLAR DE UN DIOS AL QUE AMA Y OBEDECE, LA BIBLIA HABLA DE QUE DEBEMOS SER UN SACRIFICIO VIVO, ESO IMPLICA QUE CUANDO ALGUIEN TE VEA, VEA EL AMOR DE DIOS REFLEJADO EN TI Y ESE DE ESA MANERA GLROFICAS A DIOS Y SI BIEN DE ALGUNA MANERA TODOS ESTAMOS LLAMADOS A ANUNCIAR EL EVANGELIO CON NUESTRA BOCA PERO MAS CON NUESTRA VIDA MISMA