¿De qué va este blog?

Con un nombre como el de “Sangre de Cristo” un lector casual podría pensar que este es un blog cristiano o católico, pero en realidad no es así. ¿Por qué pues el nombre de “Sangre de Cristo”?

Para empezar diré que el cristianismo ha tenido una gran influencia en mi persona, he sido muchos años cristiano, desde niño, y he leído mucho la Biblia y libros religiosos. Mi madre me llevaba a una iglesia evangélica a temprana edad, pero mi gran curiosidad me llevó siempre a hacerme muchas preguntas. Después de muchas lecturas, la semilla de la duda desde niño me ha llevado a la incredulidad. Ya no creo que la Biblia sea la Palabra de Dios para todos.

Sin embargo, me considero una persona espiritual, y desdeño en forma instintiva el ateísmo y materialismo, aunque no pueda decir con certeza en qué consiste la la Realidad Última, o cual es la naturaleza de Dios, si es que existe —si es personal o impersonal— aunque prefiero inclinarme mas por esta última opción.

Sé que muchas de mis entradas tienden a confundir, ya que no reflejan mi verdadera posición o pensamiento, el que se encuentra oculto tras muchos niveles de escepticismo. En algún post puedo dar la impresión de que soy cristiano o católico, y en otros, todo lo contrario. Es que a veces se me hace más fácil esconderme detrás de una careta cristiana para exponer mis divagaciones teológicas, práctica esta que tiene un carácter lúdico: el juego de las máscaras, en el que confundo al lector, por más que algunos piensen que yo soy el confundido.

Las “oraciones metafísicas” que he redactado se basan principalmente en los principios que expone el libro “Poder Oculto para Problemas Humanos”, de Frederick Bailes, del cual he hecho una reseña. Me encantaría creer que todas las cosas que se enseñan en ese libro son verdad, sin embargo no estoy del todo convencido. Pero me parece evidente que al menos ciertas enfermedades de origen psicosomático pueden ser curadas por un trabajo mental apropiado, y que nuestras creencias profundas tienen influencia sobre el éxito o fracaso que tengamos en la vida.

Sobre el asunto de la creación versus evolución, no creo en neodarwinismo que está en boga; creo que la complejidad biológica sugiere la existencia de un diseño inteligente. Los fenómenos paranormales realmente existen, hay vida después de la muerte y posiblemente reencarnación. Estas ideas las adquirí recientemente a finales del año pasado, gracias al gentil aporte de un lector mío. No he tratado estos asuntos en mi blog, por que considero que las discusiones filosófico-teológicas terminan siendo cansinas; los creyentes cristianos frecuentemente no están interesadas en ellas, y los ateos están fuertemente prejuiciados. Personas que estén en un término medio como yo son difíciles de encontrar.

El nombre de “Sangre de Cristo” para mi blog lo escogí por ser llamativo y como una alusión a la “muerte de Dios” a la que se refería el filósofo Nietzsche, y esa muerte es la del dios cristiano, que está muerto para mí, aunque durante mucho tiempo pensé que estaba vivo. “Me cubro con la sangre de Cristo” es una expresión común entre algunos cristianos evangélicos que introduce un elemento macabro que quiero rescatar en mi blog. Es como un amuleto poderoso. La religión es algo bizarro que no deja de fascinarme.

Para tener una idea sobre cual ha sido mi evolución ideológica pueden consultar mi serie sobre “Mi peregrinaje espiritual”. Para entender de lo que hablo cuando digo que tengo una “relación de amor-odio con el cristianismo” pueden consultar mi post sobre el tema.