Oración para sanidad interior
Permito que el bálsamo sanador de la consolación sane mis heridas emocionales: todo rencor, resentimiento, y temor. Aquieto el ruido interior para escuchar la voz de la intuición que desea guiarme. Contemplo desde un lugar de tranquilidad el drama de mis relaciones quebrantadas —y todas las situaciones que me han marcado emocionalmente— como si estuviera viendo una película.
Me desdoblo y me desligo del drama, y me observo a mí mismo como si yo observara a otra persona, desde el punto de vista de un tercero. No juzgo ni condeno en ningún momento a las personas que participan en ese drama, ni siquiera a esa persona que soy yo.
Observo el drama con gran serenidad y tranquilidad.
Ahora, vuelvo a asumir mi papel habitual, y aplico las lecciones que aprendí al contemplar mi propio drama desde el punto de vista de un tercero.
Libero el resentimiento y las tensiones en las áreas de mi cuerpo que me oprimían. Respiro profundamente aires de libertad.