Los 14 Ensalmos de San Miguel Arcángel

Por el poder de los 14 ensalmos y la espada de San Miguel Arcángel declaro que no habrán armas que funcionen contra mí, ni puñal ni pistola, ni arma de fuego ni arma blanca, ni lengua viperina ni satánicas maquinaciones, porque estoy bajo el abrigo del Altísimo y cubierto por la intercesión de los santos. Y a ti te digo, enemigo, que has de morder el polvo y doblar la rodilla ante quien todo lo puede. Has de ver tu orgullo caer a tierra humillado, como cayó Lucifer cuando se rebeló contra Dios. Y yo seré vindicado ante San Miguel Arcángel, porque he puesto mi fe en lo que es puro y sagrado. Con esta oración te ensalmo, con esta oración viene en camino mi victoria. Los 14 ensalmos te rodean y se hacen un nudo en tu cuello.

Oración para defenderse de los enemigos, conocidos y desconocidos

San Miguel Arcángel, guardián del paraíso, ven y ayuda al pueblo de Dios, complácete en defendernos del diablo, y en general, de aquellos que se llaman a sí mismos nuestros enemigos, tanto conocidos como desconocidos, y ayúdales a convertirse, para que podamos llegar a la presencia de Dios, a la mansión de los bienaventurados.

Señor mi Dios, yo cantaré tus alabanzas en presencia de tus ángeles, te daré mi humilde homenaje en tu santo templo y publicaré la grandeza de tu nombre.

Ahora Jesús, pasando en medio de ellos, iba …

† ¡Que nuestro Señor sea bendecido ahora y siempre! Siendo él nuestro salvador, nos guiará felizmente por el camino que nos ha trazado.

† Señor Jesús, que tu luz ilumine a quienes se llaman a sí mismos mis enemigos, para que puedan apartarse del mal camino que han tomado, dales la gracia de la conversión y el arrepentimiento;

† Señor Jesús, entrega a ellos tu Espíritu Santo para que vean cuán bueno y misericordioso eres y que aún deseas la redención y conversión del pecador y no su muerte;

† Señor Jesús, que recuerden tu pasión y tu sangre derramada en la cruz para la redención de los pecadores y que lleguen al conocimiento de tu verdad y ayúdame a amarlos, porque tú, Señor, haces caer la lluvia y levantar el sol sobre buenos y malos;

† Señor Jesús, la fuerza de tu brazo siempre ha sido maravillosamente mostrada, con la misma fuerza extermina las obras del maligno, abatiendo el orgullo de los impíos levantados contra mí;

† Señor Jesús, guárdame de los que se levantan por todos lados con la intención de que me pierda;

† Señor Jesús, sálvame de la mano de los impíos y de las obras del diablo; ayúdame a amar a mi prójimo como a mí mismo y a reconocerte a través de ellos;

† Señor Jesús, líbrame de aquellos que hacen el mal, que buscan derramar mi sangre o que buscan quitarme la vida, mi felicidad y mis bienes;

† Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como fue en el principio y por toda la eternidad, hoy y por los siglos de los siglos. ¡Amén! *