Oración al Caballito del Diablo
Pueden significar transformación, cambio, renacimiento, resurrección, vida después de la muerte, suerte, prosperidad, ilusión, engaño, libertad, rapidez y actividad.
Las libélulas permanecen en estado de larva la mayor parte de su vida. Su transformación de larva a insecto volador puede ser considerada como una transformación gloriosa, casi mágica, que sin embargo resulta efímera. Por causa de esta transformación es que la libélula representa renacimiento, cambio y resurrección. También representa la esperanza de la vida después de la muerte, como lo sugiere el siguiente relato inspirador que se encuentra en varios sitios web en inglés:
«En la parte inferior de un viejo estanque vivían algunas larvas que no podían entender por qué ninguno de sus grupos jamás regresó después de arrastrarse hacia arriba desde los tallos de los lirios hasta la parte superior del agua. Se prometieron mutuamente que el siguiente que fuera llamado para hacer el ascenso regresaría a contar lo que le había sucedido. Pronto uno de ellos sintió un impulso urgente de buscar la superficie; se apoyó en la parte superior de un lirio y experimentó una transformación gloriosa que lo convirtió en una libélula con hermosas alas. En vano trató de cumplir su promesa. Volando de un lado a otro sobre el estanque, miró a sus amigos abajo. Entonces se dio cuenta de que incluso si pudieran verlo, no reconocerían a una criatura tan radiante como una de ellos».
Algunos nativos americanos creen que este insecto fue una vez un dragón que fue engañado para cambiar a la forma de una libélula por un coyote. Una vez que el dragón tomó la forma de la libélula, no pudo cambiar a su forma original. Entre los nativos americanos también se cree que las libélulas son las almas de los muertos. Ellas representan rapidez, ilusión y cambio.
La libélula es venerada en Japón como símbolo nacional.
Los samurai solían grabar libélulas sobre sus cascos para simbolizar la victoria sobre el enemigo, clareza mental, control, fuerza y coraje.
En China representan prosperidad, fortuna y armonía.
En Europa las libélulas se consideraban como caballos de las hadas. Quizás como un rechazo al paganismo, las libélulas fueron adquiriendo significados negativos. Quizás por eso en los países hispanohablantes a las libélulas se les conoce como «caballitos del diablo».
En Italia aún hoy en día se pueden encontrar lugares en los que a las libélulas se les llama «agujas del diablo», ya que tienen un abdomen largo y delgado.
En Gales, a las libélulas se las consideraba como «doctoras de las serpientes», porque se pensaba que las libélulas protegían a las serpientes, curando sus heridas, cosiendo las partes que se hubieran separado y retornándolas a la vida. Por este motivo también se las llamaba «servidoras de las serpientes».
En las culturas asiáticas y nativas americanas, las libélulas representan sanación de los ojos y mejoramiento de la vista. Sin embargo en Portugal se les llamaba «ladronas de ojos». Un rumor popular en Suecia aseguraba que podían reconocer a las personas mentirosas y coser sus ojos, boca y oídos. En Noruega, a las libélulas se las llamaba «pinchadoras de ojos».
Las alas de las libélulas exhiben el fenómeno de iridiscencia, lo que significa que los colores cambian dependiendo del ángulo de la luz o el ángulo desde el que se les mira, por eso estos insectos simbolizan ilusión y engaño.
En Australia, algunas tribus atribuían a la libélula el poder de despertar de las ilusiones terrenas, pero también de diseminar la semilla de la locura, aguijoneando a los caballos.
La libélula, como símbolo de cambio e ilusión nos enseña a superar la ilusión para encontrar la verdad.
Como toda criatura que vive en el agua, la libélula puede representar la mente subconsciente.
Cuando aparece de improviso en la vida de alguien, en la forma de insecto, símbolo o elemento de joyería, puede indicar que hay algo que permanece oculto a la vista, que ha habido un cambio y que hay que prestar atención.
Oración al Caballito del diablo
Por: Travis Bowman
maestro de la luz y la precisión,
Caballito del diablo, te invoco,
enséñame a bailar
en las efímeras nieblas del alba.
Enséñame la belleza de cada día
combinando el pensamiento y la emoción,
Ayúdame a ver a través de las ilusiones que me atan,
y entender las que animan mi alma.
Ayúdame a recordar que la luz penetra,
así como pinta,
que los colores se profundizan a medida que pasa el tiempo,
que el vuelo controlado es, de hecho, posible.
Por favor, teje la luz de
transformación y adaptación
en mi vida.
Caballito del diablo,
Te invoco.
