Colgando como una enredadera sobre el Madero,Oh, Cristo, Salvador nuestro,Tú has hecho a los confines de la tierrabeber del vino de la incorruptibilidad.Por lo tanto, puedo clamar en voz alta:Estoy siempre en tinieblas por la odiosa borrachera del pecado;Dame de beber del dulce vino de la verdadera compunción,y concédeme ahora la fuerza, Oh Salvador,para ayunar de los placeres sensuales,porque Tú eres bueno y amas a la humanidad.San José Estudita, Triodion de Cuaresma. Tomado de ChurchYear.Net

San Efrén el Sirio. Oh Señor y Maestro de mi vida,no me des espíritu de pereza,desesperación, lujuria de poder, y habladurías. (postración) Sino da a Tu siervo espíritu de sobriedad,de humildad, paciencia y amor. (postración) Sí, oh Señor y Rey,concédeme ver mis propias transgresionesy no juzgar a mi hermano,Bendito seas por los siglos de los siglos. Amén (postración)San Efrén el Sirio (305-373 DC) Tomado de ChurchYear.Net

Padre misericordiosoSoy culpable de pecadoConfieso mis pecados ante Tiy estoy muy afligido por ellos.Tus promesas son justas;por lo tanto confío en que vas a perdonar mis pecadosy limpiarme de toda mancha de pecado.Jesús mismo es la propiciaciónpor mis pecados y los pecados del mundo entero.Pongo mi esperanza en su expiación.Que mis pecados sean perdonados en su nombrey que mi alma sea limpia en Su sangre .New Saint Joseph People’s Prayer Book Tomado de ChurchYear.Net

Oh Señor, La casa de mi alma es estrecha;agrándala para que puedas entrar en ella.Es ruinosa, ¡repárala! No es agradable a tu vista. Lo confieso, lo sé. Pero, ¿quién la limpiará?, ¿A quién he de implorar sino a Ti? Límpiame de mis transgresiones secretas, Oh Señor, y libra a tu siervo de extraños pecados. De San Agustín de Hipona (AD 354-430) Tomado de ChurchYear.Net

Hay tiempo de reír y tiempo de llorar, tiempo de santidad y tiempo de pecado, tiempo de ser cobarde y tiempo de ser osado. Y ahora es tiempo de carnaval, de echar una cana al aire, antes de entrar a cuaresma. Tiempo de exceso antes del tiempo de estrechez, tribulación y disciplina; para que aprendamos a ser como San Pablo: a estar satisfechos tanto en lo mucho como en lo poco, y experimentar en carne viva que cuando abunda el

Gracias, Jesús, porque siendo Dios te hiciste hombre, y siendo hombre te hiciste mi alimento. Siendo Rey, Señor de Todo, te hiciste humilde pan, y quisiste quedarte con nosotros en la comunión más íntima, en el milagro más inaudito y sorprendente. Escándalo de los incrédulos, pero adoración de los fieles. ¡Cuán grande es tu amor! Te veo humilde y glorioso a la vez en tu custodia, esperando ser consumido por tu pueblo, un pueblo que no siempre te es fiel,