El Manual para una Conciencia Más Elevada
El mensaje del libro “Manual de Conciencia Más Elevada” (Handbook to Higher Consciousness) de Ken Keyes puede resumirse en la siguiente frase: “para experimentar la felicidad continua solo hace falta liberarnos de nuestras adicciones”. ¿Qué entiende Keyes por adicciones? Las adicciones son demandas respaldadas de emociones, las exigencias, las expectativas que hemos programado en nuestra mente, nuestros deseos y modelos de como el mundo de ser para sentirnos satisfechos; los cuales disparan automáticamente emociones negativas como la ira, el temor, irritación, resentimiento, etc.
La clave de la felicidad no se encuentra tratando de cambiar al mundo para que se ajuste a nuestras demandas, sino suavizar esas demandas adictivas transformándolas en preferencias, de manera que no reaccionemos negativamente cuando nuestros deseos no se cumplen. Esto resulta más fácil decirlo que hacerlo, se requiere de un intenso trabajo interno. Ken Keyes nos provee de varios métodos para elevar nuestras adicciones al rango de preferencias. El principal de ellos consiste en memorizar e internalizar sus doce caminos para una conciencia más elevada, los cuales consisten en doce afirmaciones que resumen la filosofía personal de Ken Keyes. Keyes considera que su filosofía personal resume la sabiduría de siglos. Particularmente notoria es su influencia budista.
La base de su sistema, al cual el llama Camino del Amor Viviente, consiste en una escala de Siete Centros de Conciencia ascendentes. En los primeros tres centros —o niveles— de conciencia se encuentra ubicada la mayor parte de la humanidad. Son los centros de seguridad, sensación y poder.
En el Centro de Seguridad nos preocupamos por el alimento, el techo, y cualquier cosa que consideremos indispensable para nuestra seguridad personal. En el Centro de Sensación andamos a la caza de sensaciones agradables. Para muchas personas el sexo es la sensación más atrayente. Otras sensaciones que se desean en forma adictiva son : el sabor de la comida, el sonido de la música, etc. En el Centro de Poder buscamos controlar a las situaciones y a las personas a nuestro alrededor. En estos centros de poder las personas son presas de sus exigencias adictivas.
A partir del Cuarto Centro, el Centro del Amor, la persona desarrolla una diferente percepción de la realidad. Comienza a trascender las relaciones de sujeto-objeto y a darse cuenta de la realidad de que todos somos uno.
Esto implica que la forma en que percibimos la realidad la mayor parte de la humanidad está equivocada, por que nuestra percepción se encuentra nublada por las exigencias adictivas que nos hacemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Esas exigencias adictivas hacen que pensemos en los demás como objetos a ser manipulados para conseguir nuestros fines. Nos equivocamos en lo más fundamental, en la percepción que tenemos de nosotros mismos.
En el Quinto Centro experimentamos el mundo como una “cornucopia” o “cuerno de la abundancia” que nos da más de lo que necesitamos para ser felices.
En el Sexto Centro, el Centro de Conciencia Testigo, aprendemos que nosotros no somos ni nuestros egos ni nuestras mentes racionales, somos auto-conciencia: nuestra conciencia de ser concientes.
En el Séptimo Centro, el Centro de Conciencia Cósmica, al cual llegan unos pocos iluminados, y que el mismo autor confiensa no haber alcanzado, nos damos cuenta que el anterior nivel es también una ilusión. En este nivel máximo trascendemos la auto-conciencia para llegar a ser pura conciencia. Aquí ya no buscamos seguridad, sensación, poder y amor, sino que somos seguridad, sensación, poder y amor. Aquí nos sentimos fusionados unitivamente con todo y todos, de manera que las diferencias entre nosotros y el mundo que nos rodea son meramente conceptuales, por que lo que en realidad se siente es un estado de unión total, en el que aun las preferencias han sido suprimidas.
De esta escala de Centros de Conciencia se deduce un principio ético: debemos evitar todo lo que nos divide y procurar todo lo que nos une. Nuestras exigencias adictivas nos hacen sentirnos separados de los demás, y por eso deben de ser suprimidas. El guardar secretos también nos hace sentirnos separados, y por eso debemos aprender a comunicar nuestros sentimientos más profundos. Si vamos a ayudar a alguien, no lo haremos por sentimientos de culpa, presión u obligación; por que eso produciría un resentimiento que nos separaría en vez de unirnos, etc.
En un nivel más profundo, todos y todo somos uno. Entre más pronto internalicemos esta verdad más rápido avanzaremos en nuestro crecimiento hacia una conciencia más elevada.
La Ley de Conciencia Más Elevada establece que debemos amar a cada persona incondicionalmente, incluidos nosotros mismos, por que el amor es unión. Amar es experimentar a los otros como parte de nosotros mismos, es trascender las relaciones de sujeto-objeto. Por lo tanto en el amor no hay sacrificio, por que si pensamos que vamos a sacrificar el bienestar propio por el bien de otro estaremos afianzando el resentimiento, y con ello la sensación de sentirnos separados. Nuestra actitud al ayudar a otros debe ser: “El Universo me ha dado esta energía, y se siente bien al comunicarla.”
Nuestras exigencias adictivas hacen que nuestra conciencia se proyecte hacia el pasado y hacia el futuro. Cuando nos vamos liberando de nuestras adicciones somos capaces de disfrutar plenamente del momento presente, de nuestro aquí y ahora. Esto produce un aumento de nuestra energía, percepción e intuición, por lo que somos más capaces de satisfacer nuestras preferencias de seguridad, sensación y poder que cuando lo hacíamos desde un espacio adictivo. También las personas a nuestro alrededor, al percibir nuestras vibras de aceptación incondicional, se volverán más receptivas a nuestras preferencias, por lo que habrá más personas dispuestas a colaborar con nosotros que cuando buscábamos controlarlas en forma adictiva. Experimentaremos entonces que el mundo es un “cuerno de la abundancia” que nos da más de lo que necesitamos para ser felices.
Cuando nuestras conciencias están dominadas por adicciones, nuestras mentes racionales se agitan produciendo cadenas de pensamientos que nos hacen preocuparnos y tratar de justificar nuestros egos, desperdiciando gran cantidad de energía en el proceso. “Nuestras mentes se asemejan entonces a un televisor que cambia él solo de canales, que se apaga cuando queremos usarlo, que a veces no permanece apagado cuando queremos dormir, en el que a veces la imagen se desvanece, y que solo sintoniza los canales más bajos. No toleraríamos este funcionamiento en un aparato de televisión, pero estamos tan acostumbrados al pobre funcionamiento de nuestra mente que frecuentemente aceptamos tal ineficiencia como normal”.
Cuando elevamos nuestras adicciones al rango de preferencias nuestra mente racional se aquieta y tenemos acceso a una intuición que nos permite reaccionar en forma óptima ante las situaciones del aquí y ahora. Para disminuir nuestra carga de adicciones también podemos intentar directamente aquietar nuestras mentes racionales por medio de la meditación. Ken Keyes nos recomienda repetir el mantra ALL WAYS US LIVING LOVE, cuya traducción aproximada al español sería: “Todos nosotros vivimos amando de todas las maneras posibles”, aunque tiene más significados o matices, dependiendo de qué palabra o palabras en inglés enfoquemos nuestra atención.
Otro método para bregar con nuestras adicciones es el de la “Conciencia Enfocada”. Aquí nos concentramos en algo que nosotros sentimos nos está molestando, descubrimos el pensamiento adictivo que nos perturba, y escogemos una frase de reprogramación que confronte ese pensamiento adictivo. En este método buscamos subir el voltaje de nuestras emociones, para que la reprogramación quede grabada a fuego en nuestra mente.
Keyes nos invita a contemplar las diferentes actividades en la vida diaria como juegos: el juego del dinero, el juego de ser padre, el juego del hombre y la mujer, el juego del prestigio, el juego del poder, el juego del crecimiento espiritual, etc. O como obras de teatro, novelas o melodramas en las que recitamos las líneas que nos toca decir. Los seres humanos disfrutamos resolviendo problemas, la infelicidad surge cuando nos tomamos esos problemas demasiado en serio.
Frases del libro
“Ama a cada persona incondicionalmente, incluido a tí mismo”.
“Tú añades sufrimiento al mundo tanto cuando ofendes como cuando te das por ofendido”.
“La felicidad sucede cuando tu conciencia no es dominada por adicciones y demandas, y experimentas la vida como un desfile de preferencias”.
“Es mejor ser amado que tener la razón. El amor da más felicidad que la eficiencia”.
“Cuando te darás cuenta que la única cosa que no tienes es la experiencia directa de que no hay nada que necesites que no tengas?”.
“La vida es solo un juego que jugamos, y no hay una manera especial de hacerlo”.
“Cuando lo das todo, lo recibes todo de vuelta”.
“Aire para respirar, comida si te mueres de hambre, abrigo si estás a punto de congelarte. ¡Todas las demás adicciones son enfermedad!”.
“Molestarse por lo que no se tiene es desperdiciar lo que ya tienes”.
“El pasado está muerto, el futuro es imaginario. La Felicidad solo puede darse en el Eterno Momento del Ahora”.
“El propósito de nuestras vidas es liberarnos de nuestras trampas adictivas, y así hacernos uno con el Océano de Amor Viviente”.
Para conseguir el libro
El libro puede conseguirse en inglés en Amazon, aunque ya no se publican nuevas ediciones. No sé si hay alguna traducción al español (tal vez la “Guía Práctica Para Ser Feliz” sea la traducción del Manual), aunque es posible conseguir otros libros del mismo autor en nuestro idioma. Sobre el tema que nos ocupa, recomiendo el libro “Cómo hacer que tu vida funcione”.
También es posible conseguir el libro en inglés gratis en línea aquí y aquí.
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